sábado, 7 de marzo de 2009

florencia salomon

Simple y distraída. Así es Florencia Salomón, la gimnasta argentina que más premios recibió el año pasado por su desempeño en los torneos locales e internacionales, y la actual campeona de categoría mayores.

Hablar de competencias, lesiones y proyectos queda en segundo plano cuando Florencia, en diálogo con nuestro blog, comienza a relatar la mejor parte de ser una atleta reconocida: el contacto con los famosos. Porque a "Flopa", como la conocen sus compañeras del club Quilmes de Mar del Plata, no le interesa a dónde viajará esta año o cuál es el aparato que más le gusta. Sólo habla de las anécdotas de los viajes, y lo hace con tal alegría, que cualquiera querría ser su compañera de asiento.

La elegida, en la mayoría de esos viajes, ha sido Nadir Domenghini, la marplatense que salió subcampeona en el nacional y que estuvo parada varios meses de 2007 debido a una lesión. Es que Nadir y Florencia son compañeras de entrenamiento desde la infancia, cuando daban sus primeros pasos sobre la viga del gimnasio Kimberley.

En el 2000 (o 2001, su memoria nunca ayuda), Florencia se pasó al club Quilmes, cuando el nivel que había demostrado en los torneos y las potencialidades que desarrolló en sus ejercicios quedaron chicos para ese gimnasio. Así empezó a entrenar con Marina y Lucía Lamanda, quienes la han ayudado a convertirse en una de las mejores gimnastas del país.

El año pasado, Florencia recibió el Premio Clarín a la revelación deportiva. Viajó a Capital para recibirlo y se fotografió con los mejores deportistas del país. "No había muchos famosos", cuenta, "pero por suerte tocaron los Pericos, eso fue lo mejor".

De la misma forma relata, usando los apodos con los que uno habla de su mejor amigo, cómo bailaba con Catalina Ponor, o cómo Steliana Nistor se divertía con sus pasos en el Mundial de Stuttgart. Allí, Florencia obtuvo el puesto 94, convirtiéndose en la mejor argentina ubicada en el ránking all around.

Mientras habla de sus objetivos (entre ellos la posibilidad de viajar a dos copas del Mundo, en Rusia y Suiza) Florencia vuelve a mencionar a "Samy" (Samantha Pesek) y cuenta que "se mataba de risa con (Alicia) Sacramone cuando me vio que estaba con unos yankees que ellas conocían". Y los nombra así, como al pasar, mientras que miles de fanáticos de este deporte deberán conformarse con verlos por televisión o en algún video de YouTube.

La joven marplatense ya conoció gran parte del mundo. "Chile, Brasil, El Salvador, Cancún, Perú, Canadá, Estados Unidos, Bélgica y Rusia", enumera mientras dibuja un mapa en su cabeza "de más cerca a más lejos", para no olvidarse ninguno. "Me gustaron todos, cada uno tiene culturas distintas. En algunos parecía como que estabas adentro de una película, las calles de Bélgica y de Alemania parecen de las pelis de antes... y en Estados Unidos ni hablar", relata. De cada uno de esos lugares tiene recuerdos y agradecimientos a su familia por "bancarlos", con ayuda de un hermano que vive en España y alguna beca otorgada por el Estado.

"Me acuerdo de las rusas... tenemos un libro con las chicas (sus compañeras del Quilmes) con palabras rusas y lo que significan. Nos morimos de la risa también intentando comunicarnos con ellas", señala, y recuerda haber estado cerca de la casa de Svetlana Khorkina, y de haber visto la cara de las rusas cuando su compañera Yekaterina Kramarenko hizo nulo en salto, en el último mundial.

Pero en su vida, no todo es la gimnasia. Florencia espera terminar el colegio, que dejó en noveno año para poder entrenar. "Si hubiese un colegio para deportistas sería otra cosa, pero en este país todo es fútbol", señala. "Yo estudiaba en los recreos y hacía las tareas, después siempre se juntaban para hacer trabajos prácticos
y era dificil que vaya", explica.

También recuerda la época en que hacían obras de teatro con su familia o las tardes de verano compartidas con su padre, entre pelotas de básquet y tablas de surf. Dice que no se arrepiente de nada, ni perder años en el colegio o no haber ido nunca a un casamiento por tener que entrenar parecen pesarle. "Lo único que lamento es no haber hecho otros deportes", aclara. "Por ahí cuando deje voy a hacer, me gusta el fútbol, básquet, skate, surf, body entre otros".

Viniendo de una familia hiperactiva (su padre practica algunos deportes, al igual que sus hermanos, mientras que su hermana y su mamá se dedicaron a la danza), Florencia no podìa escapar a la costumbre de tener su agenda llena no sólo de actividades sino también de números de amigos.

Entre esas conocidas vuelven a sonar nombres de estrellas: las brasileras Daiane Dos Santos y Daniela Hipolito, aunque aclara que con muchas perdió contacto "es que las norteamericanas no usan MSN, pero una mexicana me los iba a conseguir", señala y se sigue sorprendiendo: "No sabés cómo les cambio el físico para el Mundial!"

Allí, en Sttutgart, estaba Florencia haciendo sus ejercicios, entre Nistor, Shaw Johnson y Jade Barbosa, que junto con Elsa García son sus preferidas. "Pero las yankees son todas buenas, las juveniles también, las chinas, todas tiene buena técnica", indica, como si su técnica no le alcanzara para estar en lo más alto de la gimnasia argentina. "Es que era y sigo siendo desprolija", se queja y sonríe. Así, simple y distraída, tal como se la ve por televisión

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